Pasos para la construcción colectiva de la política de investigación

En este momento del proceso de construcción colectiva de la política de investigación es prudente proponer una reflexión sobre los saberes, los valores, la experiencia profesional y la empatía que han propiciado los consensos necesarios para cumplir los tres pasos de nuestra labor porque serán ellos los que nos permitirán dar los pasos necesarios para alcanzar el objetivo o propósito de nuestro proyecto, esto es, la construcción de una política investigación para nuestra Universidad Externado de Colombia legitimada por la comunidad académica.

El primer paso de nuestras labores comenzó con la convocatoria de la Comisión de Impulso y el establecimiento de nuestra mesa de investigación que fue seguido de un logro esencial de nuestros debates, esto es, un consenso para desglosar el contenido de la política de investigación en seis partes que propiciaron la conformación de las seis submesas: Planeación, La Universidad y el Entorno, Actores de la investigación, Procesos y Operación, Ética de la Investigación, y Evaluación y Seguimiento. El segundo paso que dimos en el proceso de construcción colectiva de la política de investigación consistió en los debates especializados en cada submesa cuyos resultados nos permitieron, entre otras cosas, avanzar hasta decantar las doce ideas orientadoras y los seis abstract. En fin, el tercer paso consistió en la preparación y el desarrollo exitoso de la jornada de investigación del 17 de septiembre.

La labor que sigue para nuestra mesa de investigaciones, en consecuencia, consiste en realizar el análisis del ejercicio colectivo de nuestra jornada porque los resultados que arroje nos permitirán saber ¿qué tenemos? -hacer un diagnóstico-, para avanzar en busca de nuestro objetivo o propósito: ¿qué queremos? En efecto, solo si reconocemos el estado actual de la investigación en nuestra casa de estudios -diagnóstico- podremos formular una política de investigación adecuada a esa realidad y con capacidad de mejorarla o transformarla de manera objetiva y medible en un tiempo determinado: ejecución y evaluación.

Se propone, en este sentido, que nuestro cuarto paso consista en realizar el análisis del ejercicio colectivo de nuestra jornada iniciando con debates especializados de cada una de las submesas que deben considerar los aportes de la comunidad académica en la lluvia de ideas y en los lemas y, en los casos en los que el ejercicio haya avanzado hasta allá, constatando si se confirmaron las ideas orientadoras, si se transformaron o si emergieron unas nuevas. Los resultados de este ejercicio permitirán a cada submesa producir un diagnóstico sobre su tema específico y dilucidar los aportes de la comunidad académica a la futura política de la Universidad. La metodología que podemos usar en este cuarto paso es la que usan los poderes legislativos del constitucionalismo en las comisiones y las plenarias. De esta manera, en primer lugar se proponen debates especializados en cada submesa que propicien consensos y, en segundo lugar, algún representante de las submesas hace una ponencia que se discute y se aprueba -o se modifica- en la plenaria de la mesa de investigación.

Como muchos de Ustedes lo infieren de los términos que se proponen en los párrafos anteriores, la idea es seguir una perspectiva teórica que suele denominarse “ciclos de política” que estudia la construcción de una política como un proceso compuesto de fases: diagnóstico, formulación, ejecución y evaluación[1] y que propone los análisis de política desde dos cuestiones aparentemente simples: ¿qué tenemos? –diagnóstico– y ¿a dónde queremos ir? –propósito u objetivo-. En efecto, este enfoque teórico advierte que, en términos generales, una política busca transformar una realidad y, en consecuencia, lo primero que deben hacer los tomadores de decisiones es conocer esa realidad porque solo un diagnóstico preciso les permite formular una política que abarca los valores, los instrumentos y los recursos que posibiliten a los investigadores y a la Universidad el objetivo o propósito. Se trata, en otras palabras, de responder a la cuestión ¿qué tenemos? porque solo de esa manera podremos concebir la cuestión ¿qué queremos, o a dónde queremos ir?

Desde esta perspectiva, nuestro quinto paso se puede definir con base en tres cuestiones: ¿cómo hacer que la Universidad fortalezca la investigación mediante una política?, ¿qué principios y qué disposiciones debe contener esa política?, ¿cuánto esfuerzo institucional, cuántos recursos económicos y cuántos esfuerzos de la comunidad académica se requieren para que los procesos y los resultados de investigación de nuestra casa de estudios se transformen de manera positiva?

La respuesta a estas cuestiones se convertirá en la formulación de una política que es, en estricto sentido, el texto de la política de investigación que presentaremos en diciembre a la Universidad y que tiene por propósito u objetivo transformar en sentido positivo la investigación de nuestra Universidad.

Ahora bien, para estructurar esta política debemos considerar, en primer lugar, los diagnósticos contenidos en las ponencias de las submesas aprobadas en plenaria por la mesa de investigación; en segundo lugar, los datos generales sobre publicaciones, reconocimientos e impacto social de la investigación que nuestra casa de estudios presenta en los procesos de acreditación y, en tercer lugar, los resultados del sometimiento de las ideas orientadoras -enriquecidas y transformadas, o las nuevas ideas que hayan emergido- al modelo que nos propone el Profesor Raúl Trujillo, porque este ejercicio de matematización nos permitirá anticipar los resultados –evaluación– de la aplicación o implementación –ejecución– de esa política en el tiempo o, en otras palabras, porque ese modelo nos permitirá observar si la política logra transformar en el tiempo y de manera positiva la realidad de la investigación de nuestra Universidad.

Si me permiten ilustrar con un ejemplo la labor de las submesas en el cuarto paso, podríamos considerar la submesa de ética -en la que estuve como facilitador en la tarde- pues allí se pudo observar que los participantes abrazan los valores de libertad de pensamiento y respeto de la opinión ajena que profesa nuestra casa de estudios. En segundo lugar, los participantes manifestaron que es necesario conocer, divulgar y respetar los principios éticos que deben ser considerados por los investigadores y por las universidades en su labor de investigación. En este sentido, advirtieron que es necesario un código deontológico y una autoridad independiente que dirima los conflictos o diferendos que se susciten en el ejercicio de esta específica labor. Sobre esa autoridad, y tras haber sido informados de la existencia de un Comité de Ética en nuestra casa de estudios, agregaron que era necesario garantizar la capacidad e idoneidad de sus miembros y su independencia. Para lo primero, hicieron alusión al cumplimiento de requisitos: que sean investigadores, que tengan experiencia, que gocen del reconocimiento de sus colegas, etc. Para lo segundo, esto es, para garantizar su independencia, hicieron alusión a la necesidad de establecer procesos de elección que permitan renovar sus miembros. La ponencia de esta submesa a la plenaria debería recomendar que la política de investigación de nuestra casa de estudios abarque el tema de ética e investigación y, en este sentido, debería proponer la institucionalización, renovación y requisitos de ese comité y, además, la redacción de un código deontológico.

Si usamos este mismo ejemplo de ética e investigación para ilustrar el quinto paso, lo que el modelo que nos propone el Profesor Raúl Trujillo debería permitirnos anticipar son los resultados de la aplicación de esa política en el tiempo ponderando, en este caso, dos escenarios: uno en el que cuenta con un comité de ética y un código deontológico, y otro escenario en el que la política entra en vigencia sin ese comité de ética y sin ese código deontológico. En otras palabras, este modelo nos permitirá observar si la política logra transformar en el tiempo y de manera positiva la realidad de la investigación de nuestra Universidad, y este será el argumento que la mesa de investigación aduzca frente a las autoridades universitarias para defender la necesidad de una política de investigación que, en este caso, establezca o institucionalice un comité de ética y un código deontológico.

 

 

[1] Roth Deubel, André-Noël, 2019, Políticas públicas: formulación, implementación y evaluación, Bogotá, Aurira.